Asesino

Llevo siete años, tres meses y diez días aquí dentro. Solo tengo tres paredes donde golpearme, y una puerta de metal oxidado. Mi cama y mi aseo están en el mismo espacio, y no me dejan tener ni el bolígrafo con el que estoy escribiendo esto.
Me ha costado un paquete de tabaco rubio conseguir esta tinta enfrascada, suerte que no fumo. Me viene bien teniendo en cuenta que la moneda de cambio son los cigarrillos, porque ahorro bastante.
Necesitaba volver a escribir. Desde hace meses no había podido seguir con mis notas, todo estaba demasiado controlado para arriesgarse a tener un objeto punzante en las manos. Por fin hoy vuelvo a estar frente al papel, lleno de cosas que decir.
Dentro de poco dejare de estar aquí, han pedido mi traslado a una prisión de máxima seguridad. Quieren mandarme en medio del desierto. Allí me espera una celda más pequeña aun, y unas normas mucho más estrictas. Puedo ir olvidándome de contar cosas, porque allí, a lo sumo, podre hablar con algún ratón que se cuele en mi pequeña habitación de dos por dos.
Por eso aprovecho ahora, tengo que deciros algo. Yo lo hice, los ochenta y siete asesinatos no fueron casualidad, todo estaba planeado. En los medios han dicho muchas cosas, pero ninguna cierta. No estoy loco, no soy un psicópata, eso quiero que quede claro. Tengo 22 años, y ya soy el asesino más conocido del siglo XXI, pero no os quedéis con eso, solo es lo que os han contado.
Hoy podréis conocer la verdad, desde dentro. Aquí os dejo este libro. Son siete años de trabajo, de horas dedicadas a mi causa. Todo tiene un sentido, una razón. Aquí tenéis la mía.
Solo diré una cosa más. Cuando acabéis de leer esto, preguntaos lo siguiente, ¿de verdad pudo escribirlo un hombre que se ensucio las manos con la sangre de tantas personas? No todo es como se ve desde fuera, las cosas siempre son más complicadas de lo que parecen.

10-02-2010