domingo, 7 de marzo de 2010

Sin preferencia clara

Normalmente cuando me pongo a escribir es para estar un rato largo, y vengo con una idea concreta, que luego a menudo se divide en muchas nuevas que van surgiendo sobre la marcha. Pero hoy no tengo una preferencia clara. Eso no quiere decir que no tenga ideas, yo creo que todo el mundo tiene miles de ideas, y que no todas son malas, solo que según el momento, pues nos apetece contar unas u otras. Mi problema es que no me decido por ninguna, y creo que es interesante escribir aun cuando no sabes de qué, porque eso te obliga a sacar cosas que a lo mejor no sacarías si estuvieras hablando del amor, o de la libertad. No sé, me parece que ir con una idea fija cuando se escribe es un error, no veo bien poner barreras a algo tan flexible. Con la escritura puedes crear lugares, criaturas, puedes ponerte en la piel de otros, o simplemente puedes contar como te ha ido el día. Es lo bonito de esto, que no tiene fin, ni estructura determinada. Podría empezar ahora mismo a contar historias seguidas que no tuvieran nada en común, y mi texto seguiría siendo totalmente valido. Incluso habría gente a quien le gustara la historia.
Creo que de todo lo que se puede hacer en esta vida, escribir es lo más libre. Hablar se le acerca bastante, pero normalmente hablamos con alguien, lo cual ya nos hace ser conscientes de que se nos está escuchando. Y eso encauza nuestras palabras, filtra nuestras ideas y las transforma hasta acomodarlas a la persona con la que hablamos, ya sea por vergüenza, respeto, o cualquier otra razón. Sin embargo, al escribir, no escribes para alguien, al menos yo no lo hago. La gente que se dedica a esto es posible que si, pero yo solo escribo, con eso tengo suficiente. No pienso a quien quiero dirigir todo esto, ni la edad que tendrá, ni si será católico, si tendrá padres, nada me importa. Yo cuento cosas y las reflexiono, lo que hagan los demás con estas palabras es cosa suya. Cada uno se lo tomara de una forma, de eso estoy más que seguro, pero mi objetivo no es dictar normas, ni enseñar un camino. Mi intención es demostrar que hay caminos, algunos por andar aun, y que si no los cruzamos y vamos siempre por los mismos senderos, nunca encontraremos cosas nuevas, y esos caminos terminaran en el olvido, llenos de matorrales secos.
Piensa, sobre lo que quieras, en el lugar que quieras, solo, acompañado, eso da igual, tu solo piensa, y si puedes, cuenta lo que te pasa por la cabeza. A miles de personas no les servirá de nada lo que has escrito, y a otras miles ni siquiera les importara, pero date cuenta de que con que a solo una persona le valga de algo, habrá merecido la pena.

05-02-2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario