miércoles, 24 de marzo de 2010

Mirando desde arriba

Sale el sol, amanece un día nuevo. El cielo está despejado y el viento sopla levemente. Levanto la mirada y veo piedras, rocas gigantescas y pesadas que me pertenecen, que están ahí porque mis antepasados pidieron que lo estuvieran.
No comprendo por qué, pero nada me importa, soy dueño y señor de miles de hectáreas de terreno, pero eso no me dice nada. Lo que intento es saber porque estoy hoy aquí, en esta cama cómoda, con sabanas limpias y el desayuno esperando abajo sobre una mesa que nunca he necesitado, porque vivo solo, y mide más que la cama. Con gente que daría la vida por mí en las murallas vigilando. Gente que despierta cada día con el objetivo de que yo y mi castillo sigamos aquí mañana, sin importar su propia vida.
No entiendo las cosas, no sé que tengo yo de especial, no sé por qué si soy el más rico no sé hacer nada. No sirvo para nada, cualquiera podría dormir en esta cama y comer en mi mesa, sin necesidad de saber nada. Pero soy yo el que lo hace. La gente me envidia, cuando en realidad son ellos los que de verdad son importantes. Los que me hacen los cuadros son ellos, los que hacen mis maquinas de guerra son ellos. Las lanzas que llevan mis hombres las han hecho los herreros, y la leche que llega a mi mesa viene de lejos, sacada de granjas en las que trabajan otros. Los caballos que monto son domados por otros, la leña de mi hoguera la talan otros, y hasta las piedras con las que está hecho mi castillo, que es mi hogar, las pusieron ahí otros. Entonces, ¿dónde está mi grandeza? ¿Simplemente por ser el hijo de un conquistador merezco todo esto?
Sinceramente me defraudo a mí mismo, me siento vacio al pensar en mi vida. Yo no quiero ser el hijo de nadie, quiero ser algo importante, aunque sea para mí mismo.
Hoy lo veo claro, no sé hacer nada, por tanto no puedo ayudar en trabajos materiales, pero mi posición ha hecho que desde pequeño haya aprendido a leer y a escribir. Y eso es lo que pienso hacer, escribiré. Seré algo así como un cuenta cuentos, recorreré el mundo contando historias inventadas por mí mismo. Contare lo que pienso, daré ideas y aceptare ideas de otra gente que varíen las que yo tengo. Enseñare y aprenderé en todos los lugares, y divertiré a todo aquel que se preste a darme unos minutos de su tiempo. Y al final de cada actuación, les hare entender lo importantes que son cada uno de ellos, aunque no lo parezca. Porque a veces puede que duden de su importancia, pero son ellos los que lo hacen todo posible, no las figuras importantes de la historia, esos murieron siendo lo mismo que eran al nacer, y por tanto su paso por la vida fue en vano. En cambio, el que pone una piedra sobre otra, está dejando huella, como el médico que cura a otra persona y el ganadero que vende su carne a los pueblos vecinos. Ellos son lo que somos, porque sin ellos, no hay nosotros.

13-01-2010

1 comentario:

  1. Ya no te peto ni te jodo mucho más el blog... pero tengo que decirte sí o sí que esa entrada me encanta! ;) En serio! Vales para esto! :)

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