martes, 9 de marzo de 2010

Texto perdido

Mierda, he perdido el texto que había escrito aquí, por sobrescribir el archivo existente. Por supuesto no recuerdo de que hable ayer, porque cada día cuento lo que se me pasa por la cabeza en ese momento, no llevo pensado un guion, ni una estructura. Pero de todo hay que sacar el lado bueno, y yo estoy haciéndolo ahora. Podría haberme ido a la cama pensando que he perdido una de mis ideas, y pasaría una noche poco agradable. Pero hay que ser selectivo con las preocupaciones, y no crear aparentes problemas donde no existen, los problemas ya traerán sus propias preocupaciones.
Aquí estoy, se que las ideas no desaparecen, porque salen de mi cabeza, y aun la siento sobre los hombros. Eso significa que no he perdido nada, porque los datos de un ordenador pueden borrarse, pero los pensamientos no se desvanecen tan fácilmente. Además, que ocurran cosas inesperadas te hace tomar decisiones rápidas, y enfrentarte a situaciones que no sabías que pasarían. Un solo segundo es suficiente para que todo cambie, y no puedes quedarte parado y esperar que todo vuelva solo a la normalidad. Frente a un estimulo siempre debe haber una respuesta, y el tiempo que tarde en llegar esa respuesta, será tiempo perdido. Este es mi ejemplo, he borrado un texto, y he escrito uno nuevo. El tiempo que he tardado en decidir que lo haría, es el tiempo que no me ha servido de nada. El estimulo ha sido el texto perdido, y la respuesta, el texto improvisado que acabas de leer.
Resumiendo, lo único inútil de mi decisión, ha sido el tiempo en que aun no la había tomado.

07-02-2010

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